La escasez de agua y sus consecuencias cotidianas

Que el cambio climático es una realidad que nos está afectando es una verdad que todos conocemos y repetimos, sin tomar la suficiente consciencia de las numeras implicancia que puede tener en nuestra vida cotidiana. Sin duda, uno de los mayores problemas del cambio climático es la escasez de agua a la que nos enfrentamos.

Javier López de Lerma presentó el trailer del documental donde analiza como familias campesinas en Bolivia se han visto afectadas por la escasez de agua debido al cambio climático. Allí­, en un paí­s que no tiene salida al mar y donde el agua se ha tornado un tema bélico; los pequeños poblados tratan de subsistir.

Pero no pienses que es algo lejano, propio de paí­ses áridos en los desiertos africanos o en América Latina. Repasemos algunos datos más cercanos:

  • España es uno de los paí­ses europeos que más está sufriendo los efectos de la sequí­a, que afecta a casi un 40 por ciento de un territorio de medio millón de kilómetros cuadrados.
  • Durante los últimos años, la escasez de agua por la falta de lluvias ha alcanzado en España mí­nimos históricos, reduciendo la capacidad de la mayorí­a de las represas hasta en 30 por ciento de su totalidad en largas temporadas.
  • Los mayores problemas de desabastecimiento de agua potable se registran en la costa oriental española y afectan especialmente a las regiones de Cataluña, Valencia y Andalucí­a.
  • Organizaciones como WWF advierten que se debe racionalizar cuanto antes el acceso a los recursos acuí­feros, controlar las zonas de regadí­o agrí­cola intensivo, impedir la construcción de nuevas urbanizaciones y regular la demanda ciudadana, además de fomentar en la población una cultura del ahorro.
  • Los planes de contingencia contemplan restricciones progresivas, además de fuertes multas para los usuarios que incumplen las normas cuando el agua escasea. En el caso de Cataluña la sanción por lavar un vehí­culo en la ví­a pública es de 45 dólares; por regar un jardí­n oscila entre los 70 y los 3 mil dólares, y la multa puede rebasar los 4 mil dólares si se llenan grandes albercas con agua potable en periodo de emergencia.

Las primeras medidas consisten en restringir el riego a parques y jardines públicos, prohibir el uso de agua potable para fuentes y usos ornamentales, y mantener y reaprovechar el agua de albercas de uso público y privado, señalan los expertos de la Agencia Catalana del Agua, institución que gestiona los recursos acuí­feros en el noreste español.

Ví­a: La estrella digital

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